Nuestro protagonista tenía una vida tranquila hasta que viendo un capítulo de una conocida serie se le encendió la bombilla y... ¡Se le fue de las manos!
¡CONTROLA EL TIEMPO!
Desliza el dedo para avanzar el tiempo como si fueras Dios. Weedsenberg odia esperar.
AMASA UNA FORTUNA
Evoluciona tu modesta plantación hasta unos límites solo imaginables en las retorcidas mentes de los creadores de este videojuego.
OJO CON LAS VISITAS INESPERADAS
Weeisenberg recibe sorprendentes visitas y deberás escoger muy bien qué hacer con cada una de ellas.
SIN LÍMITES
Coches, trabajadores, almacenes, lanchas, ¿por qué no un aeropuerto? Los límites solo están en tu imaginación.
NO SEAS EGOISTA
¡Comparte un poco! Podrás hacerte eco de tus avances y ser la envidia de tus amigos. ¿Te vas a resistir?
NOTA: Todo lo que ocurre en este videojuego es ficción.
No se te ocurra montar un negocio inspirado en este juego. Para empezar necesitarías una isla paradisiaca en medio de Jamaica. Pero lo más importante: Weedsenberg es único e irrepetible. No funcionaría sin él.